Este mes cumplo 5 meses en Vaas y por momentos siento que llevo toda una vida aquí (ya te contaré en otro blog por qué). Pero, por otro lado, mi cabeza explota con todas las ideas y posibilidades de innovación en un mundo que yo, ingenuamente, creía conocer a la perfección.
Mi carrera siempre ha estado relacionada con empresas financieras: Fintechs, SOFOMES y SOFIPOS, trabajando directamente en equipos de finanzas de estas empresas. Y bueno, aunque hay excepciones, por lo general los equipos de finanzas son los últimos en la fila para innovaciones tecnológicas. Así que ahí estamos, los guerreros de las finanzas, lidiando con operaciones de cientos de millones de dólares… ¡con Excel como nuestro escudo y espada! 🪖
Cuando me uní a Vaas, llegué con la mente abierta. Ya había trabajado con ellos como proveedor, pero no sabía lo que me esperaba en las entrañas de la empresa.
Y, sorpresa, me encontré con un equipo de genios financieros, de producto y tecnología que no solo entienden el problema, ¡lo viven y respiran a diario! Estos cracks no solo están construyendo la mejor plataforma en cuanto a tecnología se refiere, sino que también están al lado de los equipos de finanzas para cubrir esos agujeros que a veces el sistema financiero y legal deja por ahí. Juntos estamos creando un ecosistema financiero mucho más robusto, eficiente y preciso.
Además, estoy aprendiendo que la teoría del “customer excellence” puede ser infinita, pero la práctica es simple cuando se hace bien: entender lo que el cliente necesita, resolverlo y estar ahí, acompañándolo en cada paso: PRESENTE, ENTENDIENDO y SOLUCIONANDO.
Me encanta observar cómo las empresas tratan de enamorar a sus clientes. Y lo que he aprendido en Vaas es un auténtico wow. A veces lo sencillo es lo más difícil de lograr. El truco está en dejar de ver al cliente como un número más en el Excel (que, por cierto, ya tenemos bastante con eso en finanzas). Son personas reales, profesionales, que estamos juntos en esta gran misión de mejorar el ecosistema financiero… ¡y de paso, claro!, de construir la mejor plataforma de Debt Capital Markets del mundo.
Hasta ahora, mi mayor “wow” en Vaas ha sido este. La capacidad de integrar de forma tan sencilla, real y eficiente las capacidades de una plataforma tan robusta como hoy lo es Vaas con la atención detallada y a veces consultiva que ofrecemos a nuestros clientes. Aquí tienen apoyo de primera mano desde el primer contacto de prospección hasta que cierran sus deals, ¡Y CLARO!, en el día a día de sus transacciones.
Por ejemplo, ver cómo trabaja el equipo de Capital Markets con los clientes, Pao y Tincho son unos verdaderos héroes sin capa cuando de operaciones de capital markets se trata, los he observado trabajar con tanto detalle como si de sus propias transacciones se tratara, en algunos casos estoy segura que se saben de memoria uno o varios contratos de crédito. Se vuelven parte del equipo de Capital Markets de nuestros clientes a un nivel que ni el mismo equipo conoce. Se emocionan cuando a la transacción le va bien y se enojan cuando pasa algo que la afecta. Lo que yo hubiera dado por tener este tipo de apoyo cuando estaba en el campo de batalla!
Después de haber trabajado en Nubank y haber visto de cerca lo que es un servicio de atención al cliente de primera clase, puedo decir con toda seguridad que la clave del éxito es esa conexión y cuidado genuino por los clientes. En Vaas, no solo me encontré con un equipo de cerebritos (de esos que podrían programar en diferentes lenguajes, y no solo me refiero al código), sino con personas que tratan a los clientes como si fueran colegas de toda la vida: esos amigos que quieres ver triunfar, que te inspiran a dar lo mejor de ti mismo.
Aquí, nos hemos ganado el respeto tanto de borrowers como de lenders porque conocemos el detalle atómico de esos dolores de cabeza que trae el sistema. Y aunque sabemos que Roma no se construyó en un día, estamos convencidos de que, paso a paso, estamos haciendo de este mundo de deuda un lugar más accesible y transparente.
En Vaas, nos preocupamos no solo de que nuestros clientes tengan las mejores herramientas tecnológicas para manejar sus líneas de deuda de manera eficiente, sino también por las personas detrás de esas operaciones. Porque al final del día, no se trata solo de cifras y números, sino de ayudar a quienes están ahí, detrás de la pantalla, para que hagan su trabajo con más confianza y éxito. Y, por qué no, con una sonrisa.
Así que ¡sí!, Vaas puede parecer joven de edad, pero a la vez es una empresa de alma vieja y experimentada, que logra que las personas y la tecnología se unan en un balance perfecto robusteciendo el ecosistema que ayuda que nuestras empresas crezcan.
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